MATERIALES:
- Plato.
- Huevo crudo.
- Alcohol de farmacia.
PASOS A SEGUIR:
- Cascaremos el huevo sobre el plato y seguidamente lo rociaremos con alcohol.
- Aunque el resultado completo se observa al cabo de una hora aproximadamente, vamos a empezar a ver cómo la clara adopta el color y textura sólida de un huevo realmente frito. La yema permanecerá líquida debajo de la capa blanca protectora de la clara.
EXPLICACIÓN:
La transformación que conocemos al freír habitualmente un huevo consiste en el cambio estructural de las proteínas. Ese cambio. –la desnaturalización- se puede producir no sólo por acción del calor sino también por el contacto con ciertas sustancias como el etanol. Esta reacción y curioso efecto también se consigue si previamente a la adición del alcohol batimos el huevo. En este caso obtendremos algo parecido a un huevo “revuelto” que adoptará la forma del recipiente, como si de un flan se tratase.
AVISO: No es conveniente comerse el huevo.
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