MATERIALES:
- Una lata de refresco.
- Una taza.
- Un recipiente grande en el que quepa sobradamente la lata.
PASOS A SEGUIR:
1. Colocamos la taza y el recipiente encima de una mesa, dejando entre los dos unos 15 centímetros de distancia.
2. Ahora, si colocamos la lata dentro de la taza... ¿cómo harías para introducirla en el otro recipiente sin tocar nada? Tenemos que decirle a nuestro amigo que para hacerlo no puede tocar absolutamente nada, ni la lata, ni la taza, ni el otro recipiente... ni siquiera la mesa, nada.
3. Por último, para sacar la lata de la taza y "colarla" en el otro recipiente, lo único que tienes que hacer es... ¡soplar! Si das un soplido fuerte y seco en el hueco entre la lata y la taza, el bote saldrá disparado hacia arriba y caerá en el recipiente.
EXPLICACIÓN:
Como todo experimento casero, tiene su explicación científica. Lo que ha ocurrido aquí es que, debido al Efecto Coanda, al soplar por el hueco se ha comenzado a formar una burbuja de aire debajo de la lata que ha conseguido empujarla hacia arriba, haciendo que salga disparada y caiga en el otro recipiente.